Franz
Kafka (Praga, 3 de julio de 1883 – Kierling, cerca de Klosterneuburg, Austria,
3 de junio de 1924) fue un escritor bohemio de idioma alemán. Su obra es
considerada una de las más influyentes de la literatura universal en el último
siglo, a pesar de no ser muy extensa: fue autor de tres novelas (El proceso, El castillo y América), una
novela corta (La metamorfosis) y un
cierto número de parábolas y relatos breves. Además, dejó una abundante
correspondencia y escritos autobiográficos, la mayor parte publicados
póstumamente.
Kafka
nace el 3 de julio de 1883 en un viejo edificio situado a dos pasos de la
iglesia de San Nicolás, entonces dedicada al culto ortodoxo ruso y hoy al
husita. Es hijo de Hermann Kafka (1852-1931) y Julie Löwy (1855-1934).
Su
padre, Hermann, era originario de Osek, aldea de población mayoritariamente
judía checo-parlante, cerca de Písek, en la región de Bohemia del Sur. Tras
trabajar como representante de comercio, se estableció por su cuenta en Praga
en 1881, regentando un negocio textil en la Zeltnergasse (Celetná
ulice) 12, que contaba con 15 empleados cuando el pequeño Franz nació.
Utilizaba un grajo (kavka, en checo) como emblema comercial.
La
madre de Franz, Julie, de familia germano-parlante, era hija de Jakob Löwy, un
próspero fabricante de cerveza de Poděbrady, ciudad-balneario en Bohemia
Central y su educación era mucho más refinada que la de su esposo.
El
pequeño Franz recibe su nombre de pila en honor al emperador Francisco José I.
Era el mayor de seis hermanos. Dos de ellos, Georg y Heinrich, fallecieron a
los quince y seis meses de edad, respectivamente, antes de que Franz cumpliera
los siete años. Tuvo tres hermanas llamadas Gabriele ("Elli")
(1889–1941), Valerie ("Valli") (1890–1942), y Ottilie
("Ottla") (1891–1943). Tras la ocupación nazi de Checoslovaquia, las
tres hermanas fueron enviadas al ghetto de Łódź. De allí, Ottilie fue enviada
al campo de concentración de Theresienstadt, y de allí, el 7 de octubre de
1943, al campo de exterminio de Auschwitz, donde aquel día 1.318 personas
fueron asesinadas en las cámaras de gas a su llegada, incluyendo a Ottilie. Las
otras dos hermanas también perecieron en la Shoah.
Como
muchos praguenses en aquella época, Franz Kafka hablaba checo y alemán, en su
caso desde la primera infancia, por ser las dos lenguas maternas de su padre y
madre, respectivamente. Posteriormente adquirió conocimientos de francés y
cultura francesa. Entre sus autores favoritos estaban Flaubert, Dickens,
Cervantes y Goethe.
Cursó
sus estudios primarios entre 1889 y 1893, en la Deutsche Knabenschule,
ubicada en Masný trh / Fleischmarkt, actualmente Masá unica. Sus padres tenían
poco apego a las tradiciones judías, y aparte de la celebración del Bar
Mitzvah, al cumplir Franz los 13 años, Franz apenas acudía a regañadientes
cuatro veces al año a la sinagoga, acompañando de su padre.
La
educación secundaria la cursó en el riguroso Altstädter Deutsches Gymnasium,
situado en el interior del Palacio Kinsky, en la Staroměstské náměstí
("Plaza de la Ciudad
Vieja"). Aprobó su "examen de madurez"
(Bachillerato) en 1901. A
continuación estudió Derecho en la Universidad Carolina
de Praga, tras haber cursado dos años de Química. Obtuvo el doctorado en leyes
el 18 de junio de 1906. En la universidad acudió también a clases de estudios
germánicos e Historia del Arte.
Como
estudiante tuvo un papel activo en la organización de actividades literarias y
sociales, como miembro del club Lese- und Redehalle der Deutschen Studenten.
Promocionó representaciones para el teatro judeoalemán. En sus relaciones
sociales, Franz albergaba temor de ser percibido de manera repulsiva tanto
física como mentalmente. Muy al contrario, impresionaba a los demás con su aspecto
infantil, pulcro y austero, su conducta tranquila y fría, y su gran
inteligencia, además de su particular sentido del humor.
Después
de sus estudios de leyes, en 1906 realizó un año de servicio obligatorio (sin
remuneración) en los tribunales civiles y penales, con funciones
administrativas. Tras ello, ingresó como pasante, también sin retribución, en
una agencia italiana de seguros de accidentes laborales (Assicurazione
Generali); fue entonces cuando comenzó a escribir. Al año siguiente obtuvo un contrato
fijo en otra agencia de dicho ramo. El padre de Kafka se refirió a este trabajo
como "Brotberuf" —un empleo tan sólo para pagar las facturas. En 1913
escribe su libro inicial Consideración y en 1915 el famoso relato La
metamorfosis. En 1917 se le diagnosticó tuberculosis, lo que le obligó a
mantener frecuentes períodos de convalecencia, durante los cuales recibió el
apoyo de su familia, en especial de su hermana Ottilie, con quien tenía mucho
en común. En 1919 finaliza los catorce cuentos fantásticos (o catorce lacónicas
pesadillas) que componen Un médico rural.
Un
tema de gran importancia en su obra es su relación con un padre autoritario. En
la intimidad, éste no dejó nunca de menospreciar a su hijo y hasta el año 1922
lo tiranizó. De ese conflicto y de sus tenaces meditaciones sobre las
"misteriosas misericordias" y las ilimitadas exigencias de la patria
potestad, declaró el propio Kafka que procedía toda su obra, incluyendo en
particular su célebre Carta al padre, nunca publicada en vida.
Su
relación tormentosa con varias mujeres fue determinante. La más familar con
Felice Bauer dio origen a una correspondencia fundamental, analizada por
Canetti. A principios de 1920, mantuvo una relación amorosa con la escritora,
traductora y periodista checa Milena Jesenskà. En 1923 se trasladó a Berlín,
con la esperanza de distanciarse de la influencia de su familia y concentrarse
en su obra; se reunió con Dora Diamant, una joven de 25 años descendiente de
una familia judía ortodoxa, que había huido de su pueblo natal, a la que había
conocido en el verano del mismo año en una colonia judía de vacaciones, en
Müritz, a orillas del Báltico. Dora se convirtió en su compañera y tuvo mucho
que ver en el interés de Kafka por el judaísmo.
En
sus diarios y cartas se queja frecuentemente de insomnio y dolores de cabeza.
Fue un partidario de la dieta vegetariana y del naturismo. Se dice que consumía
grandes cantidades de leche sin pasteurizar, lo que pudo ser el factor
desencadenante de su tuberculosis, en 1917. No hay coincidencia de pareceres
sobre los más que probables trastornos psicológicos de Kafka. En sus cuadernos
íntimos él habla de "demonios", "derrumbamiento",
"embates", "desamparo", "persecución",
"soledad", "asalto a las últimas fronteras terrenales",
"agobiante observación de uno mismo" y muchas otras expresiones más
que aluden a un mundo oscuro, desconcertante y desconocido. La interpretación
médica que se haga de estos pasajes no dejará de ser arriesgada y sobre todo
simplificadora. Kafka fue un ser atormentado y complejo, pero también, a su
manera, gozó de la vida con una intensidad fuera de lo común.
El
estado de salud de Kafka empeoró sensiblemente en años posteriores con el
avance de la enfermedad. Regresó a Praga, acudiendo posteriormente a un
sanatorio cerca de Viena para recibir tratamiento. Los problemas físicos le
causaron molestias en la garganta, lo que hacía que el tragar los alimentos le
resultara muy doloroso, de manera que en sus últimas semanas se alimentó
principalmente de líquidos. Murió en el sanatorio el 3 de junio de 1924. Su
cuerpo fue llevado a Praga, donde fue enterrado el 11 de junio, en la parte
judía del Nuevo Cementerio de Praga-Žižkov.
Kafka
sólo publicó algunas historias cortas durante toda su vida, una pequeña parte
de su trabajo, por lo que su obra pasó prácticamente inadvertida hasta después
de su muerte. Con anterioridad a su fallecimiento, dio instrucciones a su amigo
y albacea Max Brod de que destruyera todos sus manuscritos; Brod hizo caso
omiso de esas instrucciones, y supervisó la publicación de la mayor parte de
los escritos que obraban en su poder. La compañera final de Kafka, Dora
Diamant, cumplió sus deseos pero tan sólo en parte. Dora guardó en secreto la
mayoría de sus últimos escritos, incluyendo 20 cuadernos y 35 cartas, hasta que
fueron confiscados por la
Gestapo, en 1933. Actualmente prosigue la búsqueda de los
papeles desaparecidos de Kafka a escala internacional.
Los
escritos de Kafka pronto comenzaron a despertar el interés del público y a
obtener alabanzas por parte de la crítica, lo que posibilito su pronta
divulgación, hasta el punto de que marcaría el proceso posterior de la
literatura del siglo XX. Todas sus páginas publicadas, excepto varias cartas en
checo dirigidas a Milena, se encuentran escritas en alemán.
En
su obra, a menudo el protagonista se enfrenta a un mundo complejo, que se basa
en reglas desconocidas, las cuales nunca llega a comprender. El adjetivo
kafkiano se utiliza precisamente a menudo para describir situaciones similares.
Una curiosidad: En ocasiones usaba el pseudónimo de Yerba amarga, supuestamente
los días de mayor hastío o desazón. Harold Bloom ha escrito en 1995: «Desde una
perspectiva puramente literaria, ésta es la época de Kafka, más incluso que la
de Freud. Freud, siguiendo furtivamente a Shakespeare, nos ofreció el mapa de
nuestra mente; Kafka nos insinuó que no esperáramos utilizarlo para salvarnos,
ni siquiera de nosotros mismos».
La
mayoría de los escritores y críticos del siglo XX han hecho referencias a su
figura. Ha habido multitud de estudiosos que han intentado (e intentan)
encontrarle sentido a la obra de Kafka, interpretándola en función de distintas
escuelas de crítica literaria, como por ejemplo la modernista, la realista
mágica, etc. La desesperación y el absurdo de que su obra parece estar
impregnada se consideran emblemáticos del existencialismo. Aparte, unos han
intentado hallar la influencia marxista en la satirización de la burocracia, en
obras tales como En la colonia penitenciaria, El proceso y El castillo, mientras
que otros apuntan al anarquismo como el fundamento de inspiración para el
individualismo antiburocrático de Kafka (tomando en cuenta también su breve
militancia en una organización de este tipo y su apoyo a algunas campañas
promovidas por los anarquistas checos). Sin embargo, una parte importante de la
crítica ha interpretado su obra bajo el prisma del Judaísmo; también se ha
intentado darle una interpretación a través del Freudismo (debido a sus
conflictos familiares); o como alegorías de una búsqueda metafísica de Dios,
según propuso Thomas Mann.
Más
modernamente, Walter Benjamin habló de su tensión entre la tradición mística y
la modernidad metropolitana. Hay quien considera, con todo, que bajo los
renglones de Kafka no se encuentra ningún sentido oculto, que sólo son
historias y cuentos. Pues el mundo que desea Kafka no es nada oculto, es un
mundo de los hombres, construido por ellos mismos (Arendt). Y, en definitiva,
nunca se enciende en Kafka el aura de lo infinito: cada frase vale literalmente
lo que se dice en ella (Adorno). Más aún, Barthes, de acuerdo con la crítica y
traductora kafkiana Marthe Robert, defiende ante todo fijarse en su técnica
"alusiva", técnica que apela a algo defectivo por fuerza, pues el
sentido del mundo no es enunciable.
Se
pone énfasis repetidamente en el tema de la alienación y de la manía
persecutoria en Kafka; dicho énfasis se halla inspirado, en parte, en la
contra-crítica de Gilles Deleuze y Félix Guattari, quienes mantenían que Kafka
representa mucho más que el estereotipo de figura solitaria que escribe movida
por la angustia, y que su trabajo era mucho más deliberado, subversivo y, aun
así, "alegre" de lo que parecía ser. Los biógrafos han comentado que
Kafka, como otros grandes escritores, tenía costumbre de leer capítulos del
libro en el que estaba trabajando a sus amigos más íntimos, y que la situación
llegaba a ser cómica y concluía en risas de todos.
Su
obra es expresiva, como ninguna otra, de las ansiedades y la alienación del
hombre del siglo XX. También viene a expresar las relaciones entre literatura y
amenaza, como señala Blanchot. Su importancia es tal que en varias lenguas se
ha acuñado el adjetivo «kafkiano» para describir situaciones que recuerdan a
las reflejadas por él. De modo análogo ha acontecido con «borgiano» acerca de
la temática y el estilo de Jorge Luis Borges, traductor y devoto de la obra del
checo. Lo que ocurre, como señala Coetzee, es que siendo el menos psicológico
de los escritores, Kafka tuvo un sentido penetrante de las obscenas interioridades
del poder. Pero es cierto que puede entenderse de otro modo: Sebald describe la
llegada de K. al Castillo como la elección del país de la muerte.
OBRAS
* Descripción de una lucha (1904)
* Conversación con el suplicante
* Conversación con el ebrio
* Contemplación (1913)
* Niños en un camino de campo
* Desenmascaramiento de un embaucador
* El paseo repentino
* Resoluciones
* La excursión a la montaña
* Desdicha del soltero
* El comerciante
* Contemplación distraída de la ventana
* Camino de casa
* Transeúntes
* Compañero de viaje
* Vestidos
* El rechazo
* Para que mediten los jinetes
* La ventana a la calle
* El deseo de ser piel roja
* Los árboles
* Desdicha
* Un médico rural (1919)
* El nuevo abogado
* Un médico rural.(Ein Landarzt - 1917)
* En la galería
* Un viejo manuscrito
* Ante la ley. Repetido en El Proceso.
* Chacales y árabes
* Una visita a la mina
* El pueblo más cercano
* Un mensaje imperial
* Preocupaciones de un jefe de familia
* Once hijos
* Un fratricidio
*
Un sueño
* Informe para una academia (Ein
Bericht für eine Akademie - 1917)
* La condena (Das Urteil - Septiembre
22-23, 1912)
* En la colonia penitenciaria (In der
Strafkolonie - Octubre de 1914)
* Una mujercita (Eine kleine Frau - 1923)
* Josefina la cantora o el pueblo de los
ratones (Josephine, die Sängerin, oder Das Volk der Mäuse - 1924)
* Un artista del hambre (1924) (Ein
Hungerkünstler - 1922). Revisado por Kafka en su lecho de muerte
* Un artista del trapecio
* La metamorfosis (Die Verwandlung - 1915)